La Caída del Hombre - Capítulo 2

Vi que a menudo los santos ángeles visitaban el huerto, y que daban instrucción a Adán y a Eva relativa a su trabajo, y también les enseñaban acerca de la rebelión de Satanás y de su caída. Los ángeles les advirtieron con respecto a Satanás, y les aconsejaron que no se separaran el uno del otro en su trabajo, porque podrían ser puestos en contacto con el enemigo caído. Los ángeles les encargaron que siguieran muy cuidadosamente las instrucciones que Dios les había dado, porque sólo en perfecta obediencia podían estar seguros. Y si eran obedientes, ese enemigo caído no podía tener poder sobre ellos.
Satanás comenzó su obra con Eva para inducirla a desobedecer. Ella obró mal, primero al alejarse de su esposo, luego, al demorarse alrededor del árbol prohibido, y después, al escuchar la voz del tentador, y aun hasta atreverse a dudar lo que Dios había dicho: "porque el día que de el comieres, ciertamente morirás". Ella pensó: 'quizás no quiere decir lo que el Señor dijo'. Se aventuró a desobedecer. Extendió su mano, tomó de la fruta, y comió. Era agradable a la vista, y agradable al paladar. Ella se sintió celosa de que Dios les hubiera prohibido lo que era realmente para su bien. Le ofreció la fruta a su esposo, así tentándolo. Le relató a Adán todo lo que la serpiente había dicho, y expresó su asombro de que tuviera el poder del habla.
Vi que una tristeza cubría el rostro de Adán. Parecía tener miedo y asombro. Una lucha parecía estar tomando lugar en su mente. Se sentía seguro de que se trataba del enemigo contra el cual habían sido advertidos, y de que su esposa debía morir. Iban a ser separados. Su amor por Eva era fuerte. Y con una actitud de desánimo, resolvió compartir su destino. Cogió la fruta, y rápidamente la comió. Entonces, Satanás se alegró. Se había rebelado en el cielo, y tenía simpatizantes que lo amaban, y lo seguían en su rebelión. Cayó e hizo a otros caer con él. Y ahora, había tentado a la mujer a desconfiar de Dios, para que pusiera en duda su sabiduría, y procurara penetrar en sus planes omniscientes. Satanás sabía que la mujer no iba a caer sola. Adán, en razón a su amor por Eva, desobedeció el mandato de Dios, y cayó con ella.
La noticia de la caída del hombre de diseminó por todo el cielo. Toda arpa enmudeció. Los ángeles depusieron con tristeza sus coronas. Todo el cielo estaba en agitación. Tomó lugar un consejo para decidir qué se debía hacer con la pareja culpable. Los ángeles temían que extendieran su mano y comieran del árbol de la vida, y se convirtieran en pecadores inmortales. Pero Dios dijo que él sacaría a los transgresores del huerto. Ángeles fueron comisionados para guardar el camino al árbol de la vida. Había sido el plan estudiado de Satanás que Adán y Eva desobedecieran a Dios, recibieran su desaprobación y entonces conducirlos a participar del árbol de la vida, para que pudieran vivir para siempre en el pecado y la desobediencia, y así, el pecado se inmortalizara. Pero los santos ángeles fueron enviados a sacarlos del huerto, mientras otra compañía de ángeles fueron encargados inmediatamente de custodiar el acceso al árbol de la vida. Cada uno de esos poderosos ángeles parecía tener algo en su mano derecha, con la apariencia de una espada resplandeciente.
Entonces Satanás triunfó. Había hecho sufrir a otros por su caída. Había sido expulsado del cielo y ellos, fuera del paraíso.

Favor hacer referencia a: Génesis capítulo 3.

No hay comentarios:

Publicar un comentario